MENDIGANDO UNA LIMOSNA EN LAS CALLES
MIENTRAS SUS CERROS REVIENTAN DE ORO
¡QUÉ INJUSTICIA!
Niños y ancianos se pelean las calles cajamarquinas para mendigar una limosna; mientras a pocos kilómetros de allí, sus chacras y sus cerros revientan de oro. Cruel reflejo de gobernantes que durante 200 años, destruyeron al país.
San Pablo, provincia cajamarquina, sentada en un saco de oro. El cien por ciento de su territorio está cubierto de inmensas riquezas, pero son grandes transnacionales mineras que se llevan gratis. Sus pobladores consumen agua “potable” con barro, con alarmantes indicadores sociales y económicos.
Econ. Juan Verástegui Vásquez
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